
La eternidad ha corrompido mis ojos,
tantas almas, tantas vidas...
Insaciable recorri el valle de tus senos
exploré la cima de tus pechos
viaje por el volcán de tu vientre
y sacié mi sed en el dulce arroyo de tu boca.
Tus ojos lloran la lluvia que nace en mi corazon.
Tal vez hoy pueda desplegar mis alas y llevarte lejos
donde viven las almas saciadas de almas.

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