Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2020

Silence (con voz - María Cebrián)

Hoy me acordé de este maravilloso que me hizo una amiga muy especial. Revisando me ha extrañado que no estuviera aquí colgado. Hoy es el día entonces. Espero que os guste.

Cicatrizar heridas

Hay experiencias que te marcan. Hay rupturas que te dejan roto. El mundo se desmorona y piensas que nunca jamás volverás a ser la misma. En ese momento en el que todo se ve oscuro, que se vuelve en blanco y negro, sin color, sin música, sin ritmo… crees que siempre será así, porque cuando algo te golpea tan fuerte pasa mucho tiempo haciéndote sentir como si no valieras nada. Pasas por muchas fases. Primero el dolor indescriptible . Parece que no vas a superarlo. Con el tiempo, mucho mucho tiempo empiezas a sentir rabia. Rabia por preguntarte que habrás hecho para merecer eso. Si serás realmente mala persona y te lo has buscado. A pensar que odias a la otra persona, maldecirla, pensar como devolverle el daño. Tras otro mucho mucho muchísimo tiempo pasas a dejar de sentir. A ser alguien indiferente a todo. Impasible. Empiezas a fingir con la gente, a decir que estás bien cuando no lo estás. Porque dejas de hablar de tu dolor, porque te sientes patética, siempre dando vueltas a lo mismo

MONSTRUOS INTERNOS

Hay muchos tipos de monstruos. Los de las historias de miedo. Los tipos malos. Y también están los monstruos internos. Los que empiezan siendo diminutos, microscópicos pero van creciendo poco a poco, en silencio. Hasta que llega un momento que el monstruo está pegado a nosotros como una sombra que te persigue y siempre está ahí al acecho. Cuando te hacen daño no es solo el dolor que sientes en ese momento, si no las cicatrices. Pasa el tiempo y crees que estás bien hasta que algo hace clic y hace que reaparezcan los monstruos, eso que te embruja y hace un hechizo para imbocar los demonios. A veces el peor enemigo de alguien puede ser uno mismo.