Esa manera en que le hacía sentir. Como si pudiera tocarse la tensión en el aire, como si fuera la sensación que había entre los dos fuera visible. Una química increible, un sentimiento que iba más allá de lo que ninguno pudiera explicar. Con el tiempo pensaban que iría a menos. Siempre cada uno por su camino, haciendo su vida, con otra gente pero siempre reencontrandose casi sin poderlo evitar, como si de dos imanes se tratara. Era verse y necesitarse, como si el olor del uno y el otro fuera una especie de extasis, un aroma de atracción que hacía que hubiera chispas, atrayendose casi inevitablemente... sería por lo imposible siempre de estar juntos, sería por las circunstancias, pero una pasión indescriptible. Que más podían hacer que no vivirlo intensamente, saboreando cada centímentro de piel. Y cada experiencia perdurando en el recuerdo durante días, sintiendo la misma sensación, reviviendo cada escena deseando otro encuentro, como una droga, una necesidad... y esperando los dos qu...