Ir al contenido principal

Sadomasoquismo

Cuando una historia sea por lo que sea se queda inacabada o quedan cosas pendientes parece inevitable caer en una especie de bucle y caer en el error de darle vueltas una y otra vez a todo para atar cabos, para entender. Con el tiempo esas recaidas cada vez son menos habituales, y van a menos hasta que seguro que hay un día en el que ya todo parece tan lejano que no recuerdas siquiera el porque de muchas cosas que sentiste, pensaste o sufriste...
Pero mientras tanto seguimos teniendo ese efecto de necesidad, como si hubieramos dejado un vicio o una droga y notaramos la abstinencia sin poder evitar el hacernos daño a nosotros mismos pensando en que por ejemplo, la culpa en realidad es nuestra. Porque en parte dejamos que ocurriera, que a pesar de sentir que había demasiadas preguntas continuamos confiando... Piensas que en realidad si no quieres nada porque te sientes asi. Porque luchaste tanto pensando en que serviría de algo. Porque era tanta la ilusión de que algún día no hubiera impedimentos, no hubiera mala suerte y porfin valiera la pena. Recibieras lo que mereces. Ahora te parece decepcionante que todo acabe así... que sentido tiene todo? ninguno, ningun otro que el darle vueltas a algo que no lleva a ninguna parte. Me repito que es normal, que todo tiene su momento. Que todo llega. Ya habrán tiempos mejores. Un amor no se supera de la noche a la mañana y si fuera así es que no fue real.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La poción del olvido

Últimamente se me ha pasado varias veces por la cabeza una contradicción. Y es que en esos momentos en los que sientes morir por amor, en los que te desesperas por la situación y no ves salida quisieras que todo fuera diferente. Tienes un fantasma rondandote día y noche, recuerdos, situaciones, y todo te persigue y no sabes si serás capaz de olvidar. Y el engaño y las mentiras no dejan de torturarte y las miles preguntas, todas las incognitas, tanta decepción no se van de la cabeza y por un momento pienso en la idea maravillosa de una poción. Una poción mágica que fuera capaz de hacernos olvidar, hacer como si no hubiera existido porque entonces todo sería más fácil, no sería tan duro el día a día y solo se trataría de continuar la vida tal cual era antes de todo. Pero aqui viene la contradicción... en realidad, en lo más profundo sabes que no serviría de nada, que incluso podría ser peor porque quizás todo eso que nos había echo madurar en cierta manera no existiría, así que sería com...

Y yo, ¿que haré con este amor?

El amor duele... y mucho. Pero cuando te han mentido, cuando sientes que todo fue una mentira... el dolor es indescriptible. El dudar de todo, el sentirte tan tonta, como si hubieras vivido un cuento que solo viviste tu, como si se hubieran reido de ti y de tus sentimientos y te hubieran arrancado el corazón para pisotearlo. Como es posible que a pesar del daño, de saber que no te conviene que, aún sabiendo que no quieres volver a verle, ni saber de él porque duele demasiado, puedes seguir queriendo y necesitando una mentira? Y sientes como si fuera imposible que vuelvas a confiar en nadie más, que el amor no existe, que es solo un mito, una leyenda. Lo peor, todo ese amor que queda, que si que sentiste porque si que amaste de verdad, que haces con ese amor? "Los suspiros son aire y van al aire. Las lágrimas son agua y van al mar. Dime, mujer, cuando el amor se olvida, ¿sabes tú adónde va? "

El Encuentro

Pasaron meses desde la última vez que se habían visto. Pasó la vida, las obligaciones, el cansancio. Y habían puesto distancia de por medio. Pero lo que sentían, lo que eran había quedado intacto. Se reencontraron y al verse todo afloró. Recuerdos, sentimientos, mientras se miraban a los ojos en silencio. Se notaba en el ambiente lo que había aún entre ellos y que seguramente sería para siempre. Sonríeron, rieron y empezaron a hablar. Como les había ido, como estaban. Se dijeron todo y entre historia e historia había silencios que decían todo. De vez en cuando se rozaban, notando una chispa. La mano, la pierna, el brazo. Se dijeron cuanto se habían echado de menos, incluso cuando ni siquiera se daban cuenta. Se dijeron tantas cosas que habían quedado pendientes en aquellos meses y al final no se contuvieron. Y a partir de ese momento se juraron que no se separarían más. Que estarían siempre en la vida del otro, de la manera que fuera, con sus pausas, pero sin desaparecer. Tenía qu...