La ansiedad es muy mala y dejarse llebar por la desesperación aún peor. Hay días en que estamos más débiles, más vulnerables. Algunas veces nos es más fácil escapar de las tentaciones, buenas o malas. Otras en cambio nos dejamos llebar por los impulsos muy a pesar de que puedan ser un error. Luego nos despertamos a la mañana siguiente con la sensación que te dejan las noches de borrachera (pero sin beber) sentimos como si tuvieramos lagunas y haber hecho alguna estupidez, hasta que nos damos cuenta que así era pero sin tener ninguna excusa real, nada más que la de ser humano y no tener la voluntad de quedarnos quietecitos. Por suerte algunas veces está el factor "destino", lo llamo así, sea casualidad, suerte,... que nos salva de estamparnos contra la pared. Aún así en vez de pillar el mensaje y dejarlo ir continuamos con la caida en picado y seguimos cagandola. Hay cosas que deberían dejarse como están pero con lo que nos costó el llegar a esa idea absurda ya no queremos dar vuelta atrás y nos convencemos de seguir adelante. Lo malo es que siga día tras día esa necesidad, esa ansiedad o angustia y nos obsesionamos un poco con la idea.
El pasado debería ser pasado, porque si no es presente habrá alguna razón. Podemos arrepentirnos de ciertas cosas, de algunos actos y es bueno rectificar y pedir perdon pero lo malo es la finalidad con la que a veces se hace. Sabiendo o sospechando que no sea la mejor idea de todas. O tal vez no sea tan malo y el miedo a enfrentarnos a ello busca mil y una excusas para permanecer en un segundo plano y tener siempre ahí esas ganas no resueltas. Conclusión, nunca podemos estar seguros de que es lo correcto.
El pasado debería ser pasado, porque si no es presente habrá alguna razón. Podemos arrepentirnos de ciertas cosas, de algunos actos y es bueno rectificar y pedir perdon pero lo malo es la finalidad con la que a veces se hace. Sabiendo o sospechando que no sea la mejor idea de todas. O tal vez no sea tan malo y el miedo a enfrentarnos a ello busca mil y una excusas para permanecer en un segundo plano y tener siempre ahí esas ganas no resueltas. Conclusión, nunca podemos estar seguros de que es lo correcto.
Desconocía que tuvieras un blog, querida.
ResponderEliminarA final de cuentas, de lo único de lo que uno se arrepiente es de lo que no ha hecho.
Hola Hugo, por supuesto, yo siempre he defendido el dejarse llevar pero tampoco es siempre bueno, así que hay que ser consciente y luego saber apechugar con las consecuencias. Besos
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