Ir al contenido principal

Desahogo


Hay días en que sientes que no deberías levantarte de la cama. Días que quisieras meter tu cabeza bajo tierra o mejor, desaparecer. Quizás huir, pero huir lejos, lejos de todo, a algún sitio donde nadie te conociera y poder sentirte mal sin más. Dejar que pasara el tiempo y todo se solucionara por arte de magia. Como sacar todo lo malo, como deshacerte de esa sensación que te come por dentro... y lo peor es que no sabes ni porque... y si en vez de un día, es otro y otro y otro? y tienes miedo de que esa mala suerte, esos días malos se prolonguen más y no seas capaz de sentirte mejor... y por eso quieres que pase el día rapido y piensas, mañana seguro que mejora...
quizás sigan habiendo malos días, pero.. al final, todo pasa. Todo sigue y con ello llegan los buenos días y dejas de sentirte mal. Como estar seguro? no derrumbandose del todo, no dejar de luchar. Porque se puede caer pero hay que volver a levantarse, a veces con ayuda, otras veces solo. Y así nunca dejar de vivir.

Comentarios

  1. Sigo tu blog desde mi blog, y no he podido resistirme a enviarte un comentario de animo. Yo creo que muchas personas hemos tenido sensaciones o sentimientos parecidos a los tuyos, sientes que el sol se oculta bajo unos nubarrones y uno tiene dudas de todo....Escribir lo que escribes me hace pensar que eres una gran persona, con una gran sensibilidad, y a veces para salir adelante toca "sufrir" un poco o un mucho, pero no pierdas la confianza en ti, porque estoy convencido que vas por el buen camino y el sol volverá a brillar....Solo es mi opinión y mis deseos, disculpa si me he metido donde no me llaman, pero no he podido resistirme a decirte algo. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Hola zak :) muchas gracias por tu mensaje de ánimo. Hay veces que pensamos que no va a servir de nada, pero no, cualquier detalle pequeñito saca una sonrisa o da un poquito de fuerzas. Por suerte no es tan malo, solo que hay días en que sin saber porque tienes un agobio, una mala sensación, y cualquier cosa pequeñita que te pasa negativa te derrumba del todo. Pero por suerte ya a estas alturas se sabe que todo pasará,lo único aguantar el chaparrón como se pueda y aguantarse a uno mismo. Besos y gracias por todo.

    ResponderEliminar
  3. Bollito mio, esa es nuestra noria particular, podemos quedarnos en lo alto un rato y desde alli arriba, desde la tranquilidad y lejania que eso nos da verlo todo mas claro, reflexionar, para que cuando baje y demos el primer paso lo hagamos ya más convencidos de que nos podemos "comer el mundo"
    Animo preciosa, que tu puedes y yo lo se y tu lo sabes ;)
    Muchos besotes!!

    ResponderEliminar
  4. Ainss... si bollito, todo fuera como esto... por suerte solo son cosillas de animos, algo que yo misma he de solucionar quitandome tonterías. Muchas gracias por estar siempre ahi, si es queeee... te quiero!!! muaks

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Has de vivir

Vuelvo a escribir tras medio año desaparecida. Este artículo me ha parecido maravilloso y perfecto para esta foto. Así que aquí lo pego identificando esta imagen con estas maravillosas palabras. "Sucedió hace apenas treinta horas en una mesa frente a Gràcia, en la indescriptible sala de  Moments  —frente a nosotros, un padre con su hija ( ¿seis años? ), él le explicaba los platos, ella atendía con los ojos muy abiertos, inmensos ojos. Aislados del resto del universo, nada existía más allá de la isla que era su mesa. Nada más. Nada menos. No tengo hijas, pero sí un folio en blanco.  Aquí va una carta para ella, para ti —ojalá un día la leas: Viaja, viaja sin descanso. Viaja sola y acompañada, en familia y enamorada (no existe nada mejor) viaja con amigos y también —por qué no, con un amante, viaja en primera pero también en apestosos trenes regionales. Tienes que conocer La Mamounia y ver caer el atardecer en la terraza del Fortuny, con un Bellini en la man...

El Encuentro

Pasaron meses desde la última vez que se habían visto. Pasó la vida, las obligaciones, el cansancio. Y habían puesto distancia de por medio. Pero lo que sentían, lo que eran había quedado intacto. Se reencontraron y al verse todo afloró. Recuerdos, sentimientos, mientras se miraban a los ojos en silencio. Se notaba en el ambiente lo que había aún entre ellos y que seguramente sería para siempre. Sonríeron, rieron y empezaron a hablar. Como les había ido, como estaban. Se dijeron todo y entre historia e historia había silencios que decían todo. De vez en cuando se rozaban, notando una chispa. La mano, la pierna, el brazo. Se dijeron cuanto se habían echado de menos, incluso cuando ni siquiera se daban cuenta. Se dijeron tantas cosas que habían quedado pendientes en aquellos meses y al final no se contuvieron. Y a partir de ese momento se juraron que no se separarían más. Que estarían siempre en la vida del otro, de la manera que fuera, con sus pausas, pero sin desaparecer. Tenía qu...

MONSTRUOS INTERNOS

Hay muchos tipos de monstruos. Los de las historias de miedo. Los tipos malos. Y también están los monstruos internos. Los que empiezan siendo diminutos, microscópicos pero van creciendo poco a poco, en silencio. Hasta que llega un momento que el monstruo está pegado a nosotros como una sombra que te persigue y siempre está ahí al acecho. Cuando te hacen daño no es solo el dolor que sientes en ese momento, si no las cicatrices. Pasa el tiempo y crees que estás bien hasta que algo hace clic y hace que reaparezcan los monstruos, eso que te embruja y hace un hechizo para imbocar los demonios. A veces el peor enemigo de alguien puede ser uno mismo.